lunes, 2 de junio de 2014

HE VISTO... Snowpiercer.


Una nueva película llegada de Corea del Sur, que siempre gusta por estos lares.
"Snowpiercer" aquí "Rompenieves", petándolo siempre con las traducciones de los títulos, si. Dirigida por Bong Joon-Ho, el que hizo Mother en 2009. Esta vez, nos adentra en un mundo postapocalíptico y distrópico, con estética de aires steampunk.

Tras un intento fallido de salvar la tierra del cambio climático todo se congela y la vida se extingue. Todo, menos los pasajeros del Snowpiercer, un tren autosuficiente, equipado con un motor eterno diseñado para dar una vuelta completa al mundo cada año.

Los últimos vagones los habitan pasajeros de tercera clase. Unos habitantes sucios, que viven hacinados, hambrientos y acojonados, que solo sueñan con que algo cambie y tener una oportunidad de prosperar, ya que no hay manera de ascender o descender en la escala. Del mismo modo que los más ricos van a la cabeza del mundo, a pequeña escala, vemos en el Snowpiercer un reflejo del mundo actual, movido por las castas adineradas.

Un grupo de elegidos, con Chris Evans a la cabeza, decide emprender un peligroso y arriesgado viaje hacia la cabecera del tren para conseguir respuestas del creador del tren, Ed Harris, como si fuera el Mago de Oz o el Arquitecto de Matrix. Para ello, descongelan a un peligroso criminal, al que da vida Song kang-ho (Sympathy for Mr. Vengeance, 2002) y su hija, interpretada por Ah-sung Ko. Dos delincuentes que los ayudarán a traspasar las puertas a cambio de buenas dosis de la droJa del futuro.

Según van avanzando vagones, y superando pruebas, asistimos a cómo se ha ido creando una sociedad con su propia religión y adoctrinamiento, que evita desde la infancia las sublevaciones. Una sociedad con un curioso control de la población, y una empresa de "seguratas del metro" armados con hachas, que hacen pasar un buen rato con coreografías de lucha, ágiles y entretenidas de esas que solo los orientales saben hacer.

Adaptación de la novela gráfica "Le Trasperceneige", escrita por Jean-Marc Rochette y Jaques Lob, denuncia de la sociedad actual, y del sistema de clases, con un aire revolucionario de los de abajo hacia los de arriba, y toques de comedia negra, con personajes histriónicos, muy acorde con los tiempos que corren. Visualmente espectacular, y muy entretenida para pasar la tarde del domingo. Un pelín sobrevalorada para mi gusto y quizá un poco desorganizada a la hora de plantear la trama. Hay cine coreano mucho mejor, pero cumple su cometido y se deja ver bastante bien.


2 comentarios:

  1. A mi no me ha gustado. Es una buena idea muy mal sacada adelante. La cantidad de absurdos con que cuenta es tremenda.

    Saludos!
    Esteban
    http://politocine.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues eso, para pasar el rato y poco más. El cine coreano no se va a recordar por esto...
      Gracias por tu comentario (y por el enlace ;D)

      Eliminar