miércoles, 23 de julio de 2014

CUTREzONE... Creepozoides.


Sólamente viendo el cartel de Creepozoides tendríamos para hablar durante un buen rato sobre el mal gusto, y el cutrerío absoluto. Pero no nos quedemos ahí. La portada es fea sí, pero más fea es la realización, los defectos especiales, los actores, los monstruos y cualquier cosa que emane de este bodrio.

Tras una intro tremendamente vergonzosa nos encontramos ante un texto sobreimpreso en la pantalla de un pc del año 87, leído por el mismo tío que leía la intro del Equipo A, que nos ayuda a comprender y ahorra media hora de metraje: "1998. Hace seis años de la guerra nuclear, que ha asolado la tierra. Pequeños grupos de humanos sobreviven ocultándose por las ciudades en ruinas de los nómadas mutantes y de la lluvia ácida". Más o menos, no os pongáis exquisitos...
Directamente y sin vaselina, aparece el grupo perfecto para una película de pseudo terror: el guaperas un poco tontaina, el cachitas que va en camiseta de tirantes, el friki con gafas, la morena y la rubia. Que huyendo de la lluvia ácida entran en un edificio abandonado, donde habita uno de los mutantes y sus esbirros-ratas de peluche del calibre de un can. El grupo encuentra comida, camas, armas y una ducha con agua (con la correspondiente escena con tetas y pseudofolleteo,  faltaría más) y deciden quedarse a vivir para siempre. Pero empiezan a caer uno a uno. Se admiten apuestas... Claro! El friki primero. A falta de un personaje de color, de color negro, pues el friki.

Total, que van muriendo, mucha mierda mal montada y desincronizada, unos efectos especiales y maquillaje que se anuncian casi con luces de neón en los créditos, pero... ¿eso es un monstruo mutante digno? ¡Digno de los Power Rangers! Una hormiga-rata con cuernos, de gomaespuma, con su humano dentro, que mueve las manitas y dispara rayos... Y ¿qué decir de la banda sonora? ¡Si es que lo tiene todo! Una arritmia de batería electrónica aporreada por un mono y un batiburrillo de samplers compuesto por el mismo mono a las seis de la mañana. Borracho. ¡Vivan los '80?

Y toda esta bazofia para llegar al final. "El final". Por lo que merece la pena haber perdido una hora de tu vida ¡¡¡ATENCIÓN SPOILER!!! El guaperas tontaina, huyendo del monstruo mutante indigno, se mete en un almacén y, a la primera, encuentra una jeringuilla para matar al monstruo. (Se rumorea que Brad Pitt se basó en esta escena para elegir el virus correcto entre cienes y cienes en WWZ). Lo mata y el bicho pare al muñeco diabólico mutante. Tras una lamentable pelea de todo un tiarrón con un bebé colgado del cuello, lo mata también y escapa. Plano final del bebé mutante que... ¡chan, chan! ¡¡Abre los ojos!! Fundido a negro. 

¿Qué trailer, que ni que trailer? Os dejo la peli y un almax.






lunes, 21 de julio de 2014

HE VISTO... El Planeta de los Simios


Realmente debería titular este post "He visto oooootra vez... El Planeta de los Simios". Y es que es de esos peliculones de culto que he visto una y otra vez desde que tengo memoria y seguiré viendo siempre. Aunque forme parte de mi videoteca hace ya unos cuantos años, no puedo evitar dejarla puesta si me la encuentro zapeando.

Para el que no la haya visto, que deben ser pocas personas el mundo (espero) la historia va de cuatro astronautas que llevan vagando por el espacio en modo hibernación dieciocho meses y aterrizan en un planeta desconocido. Aunque despegaron en 1972, debido a la dilatación del tiempo, según la teoría de la relatividad, aterrizan en lo que en la tierra sería 2006. 
Atraviesan el planeta y descubren que está habitado por una raza de monos inteligentes, que cazan humanos primitivos (no hablan ni piensan mucho) para exhibirlos en el zoo y, principalmente, para hacer experimentos y pruebas que demuestren que el mono desciende del hombre. Los monos los atrapan, claro, si no, no hay peli, y los separan. La doctora monesca en psicología Zira, se da cuenta de que "ojosclaros" AKA Taylor AKA Charlton Heston es diferente. Debido a las heridas que le causaron al atraparle no puede hablar, pero, mientras tanto, se comunica de otras formas. Cuando lo consigue el doctor mono jefe Zaius decide eliminarle, pues se demostrarían muchas de las teorías con las que no está de acuerdo, o no le convienen...


Basándose en la novela de Pierre Boulle, Franklin J. Schaffner (Patton, Papillon) dirigió este clásico de ciencia ficción y aventuras tan recurrente que ha dado para cuatro o cinco secuelas, dos remakes, una serie de televisión y recientemente... veamos... llevamos dos... pues quedan otras cuatro o cinco precuelas.
El trasfondo existencialista, se ve reflejado en todas las obras, pero el cambio de final en esta versión de 1968 añade un retrato de la condición humana, ridiculizada al extremo siendo el mono la raza superior y poniendo en evidencia su poca apertura de miras, al basarse en ideas fundamentalistas. Lo siento, ya sabéis que a veces me pongo las gafas de pasta y me salen estas cosas.

Ahora que estamos envueltos en la campaña de promoción de "El amanecer del planeta de los simios" no está de más echar la vista atrás, y ver cómo empezó todo. Y a pesar de que no es nueva mi adversión a los remakes y reboots, reconozco que los simios bien merecen unos efectos especiales a la altura. La verdad es que hay material de sobra, pues muchas son las diferencias con la novela, que se cambiaron por ajustes de presupuesto. Los lectores se ven recompensados con la existencia del planeta Soror y de monos agresivos. Muy agresivos.

viernes, 4 de julio de 2014

HE VISTO...Maniac.


Qué feo es eso de afirmar rotundamente algo, ¿verdad? Siempre pueden pasar mil cosas que cambien esa afirmación, o cambie tu forma de verla, y tengas que retractarte de tus palabras. Pues bien, para mi, ese día ha llegado. Y es que reniego tanto de los remakes y los reboots, que, cuando llega algo como “Maniac”, me tengo que callar y retractarme.
Frank (Elijah Wood) es un restaurador de maniquíes, cargado de traumas infantiles por la pérdida de su madre, que sólo encuentra consuelo en el asesinato y posterior customización de jóvenes más o menos al azar. Un día, se encuentra con Anna (Nora Arnezeder), una fotógrafa francesa, que descubre el taller de restauración y se interesa por el trabajo de Frank, con el que quiere montar una exposición muy cool. Somos testigos de la debacle mental que se desata en la cabeza de Frank al ver como se confrontan su deseo de encontrar el amor y el de engrosar su lista de asesinatos.
Para los que no sepáis nada, os pongo en antecedentes. El “Maníaco” original es una película de serie B, dirigida en 1980 por William Lustig (productor de esta nueva versión). En pleno boom del slasher, supo ganarse a los fans del género con una propuesta diferente y novedosa: relató toda la acción desde el punto de vista del asesino, haciendo cómplice al espectador de sus atrocidades, presumiendo del buen uso de la casquería y convirtiéndose en una película gore de culto. El tirón del cine de culto, ay. Da miedo ir a ver remakes de películas que ya tienen un nombre y comprobar que el verdadero linchamiento no está en la pantalla. Ahí tenemos los ejemplos de “Evil Dead” y “Carrie”, un auténtico sacrilegio cinematográfico. No voy a decir nada del “Old Boy”, de Spike Lee…
Con la nueva versión de “Maniac” no ocurre eso. La loca adaptación que ha ideado Alexandre Ajá (“Las Colinas tienen ojos”), responsable del guión junto a Gegory Levassieur, ha querido y ha conseguido llevar más allá el concepto de la original, incluso dar un paso más en el propio concepto de slasher, e introducir una nueva variante novedosa. En esta ocasión asistimos a toda la narración en primerísma persona, con los tiros y ángulos de cámara pensados como si fueran vistos por los maléficos ojos Elijah Wood, haciéndonos cómplices, ya no sólo de sus actos, sino de lo retorcido de su mente.
Todo esto supone un extra de complicación en el rodaje, impecablemente realizado por Franck Khalfoun, que presenta un estilo técnico y artístico que engrandece la obra original. Se nota que está en su salsa. El uso justificado de espejos y reflejos estratégicamente colocados, o valerse de las cámaras de seguridad cercanas, nos permite disfrutar de la tremenda actuación de Wood. Sobre él cae todo el peso interpretativo, sin menospreciar al resto del reparto que se ve obligado a interpretar mirando a cámara e incluso a interactuar con ella. Todo ello acompañado de una banda sonora, de esas que te involucran a cada nota. Un compendio de sonido de sintetizadores, que realzan el nivel de locura de las imágenes.
El recreamiento en los asesinatos y su posterior re-creación de “pequeñas obras de arte”, la lujuria sádica que emana el único momento de la película en el que la cámara se sale del punto de vista de primera persona y nos permite asistir a la ira desquiciada del protagonista, el derroche de sangre bien hecha, y ese pedazo de homenaje a “El Gabiente del Doctor Caligari” no hacen más que plasmar el entusiasmo que sienten, tanto Khalfoun como Ajá, por el género, y nosotros se lo agradecemos. Mucho.
“Maniac”. Una película tremendamente salvaje, violenta, sangrienta y explícta, que nos muestra la brutalidad sin escrúpulos de la mente de un auténtico tarado, con un “gore de autor” hecho con saña, y que desemboca en un final grotesco, no apto para todos los públicos, aunque sea poco sorprendente si ya has visto la primera versión.
Así que yo, señores, me retracto. No odio ni repudio todos los remakes de terror. No deberían estar prohibidos, ni penados por la ley, porque en ocasiones son ejecutados por las personas adecuadas y se hacen dignos de ver y no de lamentar. (Maldito Spike Lee…).

Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 16 de Mayo de 2014, y la podéis ver aquí.

jueves, 3 de julio de 2014

ANIME: Sidonia no Kishi



El manga escrito y dibujado por Tsutomu Nihei (Blame!), bueno su adaptación al anime ha finalizado. Se estrenó el pasado mes de Abril y, en apenas dos capítulos se convirtió en uno de los animes que más seguidores ha cosechado en tuiter. ¿La razón de esta avalancha? Por un lado, la impecable adaptación que está haciendo el director, Kobun Shizuno, y por otro, que a todos nos gustan las peleas de Kaijus y Mechas (y las tetas, aunque no sea mi caso específico) más que a un tonto un lápiz.

Hace 100 años unos alienígenas, con aspecto de garrapata gigante con múltiples tentáculos de una dimensón exagerada, conocidos como los Gauna, atacaron y asolaron la tierra. Una parte de la humanidad consiguió escapar de la tierra, abandonado el sistema solar, a bordo de unas naves espaciales de emigración masiva o “naves semillas”. Estas naves han sido creadas a partir de restos de la tierra y los humanos que han procreado en ellas han desarrollado su propia cultura. Han realizado grandes avances en ingeniería humana: lo habitual es convivir con clones, o con mutaciones animales, por ejemplo, un oso con un brazo biónico, que habla y viste un delantal y un gorrito blancos, y que es el ama de llaves de las habitaciones de la academia de pilotos, ese tipo de avances que da miedo que lleguen, pero queremos ver, y pronto.
Una de esas “naves semilla” es la Sidonia, con dos niveles de vida, el subsuelo y la superficie, que no mantienen contacto entre sí, viaja a la deriva por el espacio y se prepara por si los Gauna realizasen otro ataque. Para esta guerra los humanos han desarrollado unas grandes armas robóticas, unos mechas bautizados como Gardes (guardianes), pues son concientes de que si les pillase de nuevo desprevenidos significaría la extinción absoluta.
El protagonista, Nagate Tanikaze, es un joven, nacido en  el subsuelo que suele entrenar en un simulador Gardes abandonado. Sorprendido cuando sube a robar arroz, en una escena bastante cómica y destartalada, es llevado ante la capitana de la nave. Ella cree que Nagate posee el espíritu y las dotes aviadoras de un ancestro y le “obliga” a ser piloto de Gardes.
Tras una prueba en un simulador tipo 18, modelo más avanzado que en el que él se ha entrenado, se dan cuenta de que el único Gardes tipo 17 es Tsugumori, un mecha legendario, que se encuentra expuesto en la superficie por haber sido pilotado por un héroe de guerra, así que se lo entregan, despertando la envidia de algunos compañeros. En el primero vuelo de Nagake en el espacio exterior son atacados por el Gauna, hieren a uno, matan a otro y se prepara la zambra. Se acabaron los 100 años de paz. Que empiece la fiesta.
Sidonia no Kishi presume de un dibujo realista, de trazo fino y con muchos detalles en la mecánica y las pantallas holográficas. Se agradece. La animación quizá sea un poco lenta para lo que han querido exponer. Los vuelos de los Gardes son muy rápidos, con violentos cambios de dirección, como el ataque de los tentáculos del Gauna, que atacan por todas partes, pero aun así… “Shut up and take my Money”. Es divertidísmo y promete gore.
El opening representa y resume perfectamente el espíritu de la obra, hay que echarle un par y plantarle cara a la adversidad, porque es posible que no haya otra oportunidad para sobrevivir. Una marcha militar de aire derrotista que se transforma en un tema nightcore japonés que te introduce en el anime con el sentimiento patrio sidonio bien interiorizado. Os dejaría con el pero hay que pagar derechos y lo podéis ver al principio de cada capítulo.


Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 8 de Mayo de 2014, y la podéis ver aquí.

ESTRENOS POTABLES... Julio.

El verano ya llegó, el verano ya está aquí, qué feliz, qué feliz. (Entiéndase la ironía, por favor). Lo que ha llegado es el calor, los bichos, las chanclas, con la consecuente visualización de pieses ajenos, los melanomas y las señoras con gorros de piscina de flores.
Por suerte, con el verano también llegan las vacaciones y las distribuidoras aprovechan para sacar algunos títulos jugosos en estos meses ociosos. Y yo me alegro mucho de que en el cine haya aire acondicionado y no me dé el sol. Y sobre todo, de que esté oscuro, para no ver pieses ajenos, ni señoras con gorros de piscina estrambóticos.

Vamos a ver qué se puede aprovechar este mes de Julio.




-Open Windows. (Thriller/ Terror) dirigida por Nacho Vigalondo. Fan, fan, fan. Muchísimas ganas de ver el montaje, de ver la resolución del guión, de Elijah Wood y de Sasha Grey. No he querido leer mucho porque el cine de Vigalondo hay que verlo de primera mano, la estrenan este fin de semana, así que la espera será corta.








-El abuelo que saltó por la ventana y se largó. (Comedia sueca./ Aventuras) dirigida por Felix Herngren. Basada en el libro de Jonas Jonasson. Un abuelo de 100 años que ha tenido una vida repleta de vivencias y que no quiere dejar de vivirlas, o al menos dejar de vivir así sin más en un asilo. El libro es muy grande, así que imagino que hacer una pelí que se deje ver no será muy complicado.








-La cueva. (Terror/ Supervivencia) dirigida por Alfredo Montero. Ganadora de la sección Panorama del festival de Sitges de 2012. Tres mochileros que se meten en una cueva sin agua, sin comida y sin luz, y se pierden. Claustrofobia y agobio puro de lo que te puede llegar a pasar ahí.










-El amanecer del Planeta de los Simios. (Ciencia Ficción/ Secuela) dirigida por Matt Reeves. Pues ya lo hemos visto en el trailer: guerra entre simios superevolucionados, liderados por César, y humanos que han sobrevivido a una plaga que casi los extingue diez años atrás. A tope.









-Un toque de violencia. (Drama/ Violencia) dirigida por Jia Zhang-Ke. Da igual de lo que vaya, con ese título, ¿quién no quiere ver esta peli? Y además el argumento pinta bien. Cuatro historias, de cuatro personajes en cuatro provincias de china diferentes. Un retrato de la sociedad china y su economía creciente que se va corrompiendo por la violencia.









-The Purgue: Anarchy. (Terror/ Secuela) dirigida por James DeMonaco. A ver, si tiene todo lo que le faltó a The Purge, bien, si va a continuar por los mismos derroteros de enseñar nada y menos, mal. Queremos ver el caos que se podría desatar si existieran esas doce horas de impunidad.







Y hasta aquí lo que nos depara el mes de Julio. No está nada mal. Espero que veáis muchas películas, nuevas o antiguas. Y cuanto más fresquitos mejor.

Nos leemos. Devorad.