lunes, 21 de julio de 2014

HE VISTO... El Planeta de los Simios


Realmente debería titular este post "He visto oooootra vez... El Planeta de los Simios". Y es que es de esos peliculones de culto que he visto una y otra vez desde que tengo memoria y seguiré viendo siempre. Aunque forme parte de mi videoteca hace ya unos cuantos años, no puedo evitar dejarla puesta si me la encuentro zapeando.

Para el que no la haya visto, que deben ser pocas personas el mundo (espero) la historia va de cuatro astronautas que llevan vagando por el espacio en modo hibernación dieciocho meses y aterrizan en un planeta desconocido. Aunque despegaron en 1972, debido a la dilatación del tiempo, según la teoría de la relatividad, aterrizan en lo que en la tierra sería 2006. 
Atraviesan el planeta y descubren que está habitado por una raza de monos inteligentes, que cazan humanos primitivos (no hablan ni piensan mucho) para exhibirlos en el zoo y, principalmente, para hacer experimentos y pruebas que demuestren que el mono desciende del hombre. Los monos los atrapan, claro, si no, no hay peli, y los separan. La doctora monesca en psicología Zira, se da cuenta de que "ojosclaros" AKA Taylor AKA Charlton Heston es diferente. Debido a las heridas que le causaron al atraparle no puede hablar, pero, mientras tanto, se comunica de otras formas. Cuando lo consigue el doctor mono jefe Zaius decide eliminarle, pues se demostrarían muchas de las teorías con las que no está de acuerdo, o no le convienen...


Basándose en la novela de Pierre Boulle, Franklin J. Schaffner (Patton, Papillon) dirigió este clásico de ciencia ficción y aventuras tan recurrente que ha dado para cuatro o cinco secuelas, dos remakes, una serie de televisión y recientemente... veamos... llevamos dos... pues quedan otras cuatro o cinco precuelas.
El trasfondo existencialista, se ve reflejado en todas las obras, pero el cambio de final en esta versión de 1968 añade un retrato de la condición humana, ridiculizada al extremo siendo el mono la raza superior y poniendo en evidencia su poca apertura de miras, al basarse en ideas fundamentalistas. Lo siento, ya sabéis que a veces me pongo las gafas de pasta y me salen estas cosas.

Ahora que estamos envueltos en la campaña de promoción de "El amanecer del planeta de los simios" no está de más echar la vista atrás, y ver cómo empezó todo. Y a pesar de que no es nueva mi adversión a los remakes y reboots, reconozco que los simios bien merecen unos efectos especiales a la altura. La verdad es que hay material de sobra, pues muchas son las diferencias con la novela, que se cambiaron por ajustes de presupuesto. Los lectores se ven recompensados con la existencia del planeta Soror y de monos agresivos. Muy agresivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario