viernes, 9 de mayo de 2014

CUTREzONE... Plan 9 from Outer Space.


No podía ser de otra manera. La primera invitada a la CUTREzONE tenía que ser algo grande. Elegida en diversas ocasiones como la peor película de la historia y dirigida por el director que más bodrios ha perpetrado del mundo. Con todos ustedes PLAN 9 FROM OUTER SPACE, de Ed Wood.

Antes de lanzarnos a deSgustar los entresijos del peliculón que tenemos entre manos me veo en la obligación de poneros en antecedentes de lo que eran Ed Wood, su mente y su crew. A pesar de verse idealizado en la versión que nos ofrecieron Tim Burton y Johnny Depp, Ed Wood era una joyita alcohólica, drogadicta, fetichista, excéntrica y travestida (que a nosotros nos parece muy normal, ¿quién no tiene un colega travesti? Pero en los años 50 era una auténtica aberración). Los mismos actores, cada vez más corrompidos en todos los sentidos, aparecen una y otra vez en sus películas, encarnando los papeles absurdos que el "genio" escribía para ellos y que murieron en la miseria o de manera lamentable.

Cada estreno de Wood era un fracaso, pero, desde que este film fue proclamado el peor de la historia se produjo o un fenómeno de culto que finalmente hizo editar prácticamente toda la obra infame de este personaje de ayer y hoy. Aunque no lo parezca, cada una de sus obras está hecha totalmente en serio, no está rodada mal adrede, como otras muchas películas de serie B. El director presentaba sus abominables creaciones, con orgullo, con el convencimiento de que cada engendro parido era un digno legado para la humanidad. Nada más lejos.


El argumento, por empezar por algo, es lo más absurdo que se haya visto: Los extraterrestres vienen de visita a la tierra. Ellos esperan ser recibidos por los líderes de estado, pero, en cambio, se desata contra ellos una lluvia de misiles que los hace retroceder y llevar a cabo el Plan 9, que consiste en resucitar a los muertos para que los humanos se den cuenta del poder de los habitantes de otros planetas y evitar así que destruyamos el universo entero. Un plan genial y lleno de coherencia se mire por donde se mire. Todo ello narrado por Criswell, quien, además, presenta y despide la película, al más puro estilo "Historias de la Cripta".

Durante las primeras escenas, editadas por un mono alcoholizado, supongo, podemos admirar la grandiosidad de los escenarios elegidos por el director para el rodaje de las mismas: 
Un cementerio-descampado decorado con escombros de obra, que siempre dan un bonito aire rural y unas lápidas recortadas en cartón del blando, que se van cayendo al paso de los actores. O la cabina de una avión hecha con una cortina del ajuar de la madre de Wood y dos sillas a modo de mandos para pilotar, como en el cole.



A lo largo de la película también podremos disfrutar de unos platillos volantes, o tapacubos tuneados volantes, que en planos generales, mientras son sostenidos por un hilo (que se ve!), son redondos, pero que cuando aterrizan y lo vemos en planos más cortos, son cuadrados.  Además poseen el superpoder de emitir sonido únicamente cuando salen en imagen.

La falta de presupuesto y la mente retorcida de Wood nos hacen asistir, con lágrimas en los ojos (no puedo asegurar si de risa o de dolor), al Plan 9 en cuestión. Los intérpretes que encarnan a los muertos elegidos para doblegar a la humanidad son (la crew Wood): 
Vampira, como ella misma, que se pasa la película paseando palmito, mirando con cara de susto tras la retama, y presumiendo de una manicura terrorífica. 
Bela Lugosi, como Drácula, que no tiene nada que ver con la historia, pero como es Lugosi, que salga con capa, no se vaya a encasillar. Aquí voy a hacer un inciso. Bela Lugosi murió de sobredosis durante el rodaje. Por desgracia sólo había dado tiempo a rodar unas pocas escenas con él. Dos. Asi que se coloca a un doble que no se parece en nada, que se tape todo el rato con la capa y sólo enseñe una oreja, entre medias se intercala, una y otra vez, la misma imagen del Lugosi verdadero y aquí no se entera ni la script.


Y, por último, Tor Johnson, como el inspector Clay. Os voy a dejar juzgar a vosotros mismos la calidad interpretativa y la profundidad de este personaje deplorable. La mejor salida por parte de un muerto de una tumba. Sin trastabillar, ni subirse a un taburete, ni nada.

Lo mejor de todo, la continuidad. Da igual si es de día o de noche. En el mismo diálogo un personaje habla al sol y el otro con fondo negro (sublimes los diálogos también, si es que Wood lo tenía todo). Disfrutad del maravillos efecto especial de cómo se aparca un coche de día y los ocupantes se bajan de noche. Un total. 

La finalidad de todo este atropello visual es el discurso final de los extraterrestres. "Estúpidos, estúpidos humanos". Una parrafada antibelicista y conspiranoica, que plasma la denuncia personal del director contra la guerra, las armas y el ansia de poder inherente al ser humano. 

En definitiva una película muy cutre, horrorosa, demencial y muy mal hecha, pero que, de tan mala, se hace entretenida. 


1 comentario:

  1. Es tan cutre que es entrañable, y a pesar de todo lo nefasto que tiene, se hace querer.
    Bravo por la crítica, ha quedado genial.

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