jueves, 6 de marzo de 2014

HE VISTO... Grabbers.




Recién estrenada en DVD, tengo que decir que lo mejor de Grabbers es la idea. Junto a una pequeña isla irlandesa cae un meteorito que crea una mutación de calamar. Este calamar gigante se alimenta de sangre humana, y se basta de la humedad para salir fuera del agua. Se avecina una gran tormenta, el ambiente idóneo para una sangría por parte del calamar, pero, gracias al borracho del pueblo, al borracho del pueblo de borrachos irlandeses, descubren que el monstruo aborrece la sangre con elevados, muy elevados, niveles de alcohol. Os podéis imaginar, el desparrame está servido. Calamares mutantes contra borrachos perdidos.

Dirigda por Jon Wright de manera correcta y fluida, con un regustillo a Los Critters y Los Gremlins muy entrañable. De hecho (ATENCIÓN, pequeño spoiler) hay una escena en la que las crías de calamar gigante mutante entran en la taberna del pueblo y es imposible no acordarse de las locuras de los gremlins.

Al principio me pareció un poco lenta, pero en seguida empieza el tema calamar y coge el ritmo adecuado. El guión es sencillo y está bien narrado, además, se han sabido aprovechar los paisajes locales y se nos muestran en numerosos planos aéreos. Pero a pesar de todos los medios a su alcance, ha sido una buena idea que no se ha sabido desarrollar, con un final muy distante de lo que es la originalidad.

Esto lo pillan Edgar Wright, Simon Pegg y sus secuaces y la lían parda.

Está claro que da para mucho más de lo que es, que los personajes no pueden estar más estereotipados y que no es la orgía de pintas de cerveza y sangre que promete, pero aún así está repleta de humor absurdo inglés, del que ya me he declarado fan en otras ocasiones y de unos efectos especiales muy aceptables. La película es de bajo presupuesto, si, pero, tanto el monstruo (cuya imagen completa es celosamente guardada hasta el final generando así algo más de interés) como las crías están bien integrados en la imagen real.

Por último resaltar la banda sonora. Bien acompasada con la trama y eso, pero lo mejor es la fiesta de emborrachamiento general. Temazos populares irlandeses como The Irish Rover o Whisky in the Jar, que suelen ser conocidas, al menos por mi, gracias a las versiones de grupos como The Pogues.

Grabbers es una comedia de terror un poco floja, pero entretenida, que no se hace larga ni pesada y que tiene varios puntos muy divertidos. Suficiente para pasar el rato, que aquí, al fin y al cabo, hemos venido a jugar.



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