miércoles, 15 de enero de 2014

HE VISTO... The World´s End


Cuando mezclas amistad, melancolía por los años pasados y madurez, con una invasión de robots alienígenas, el resultado que obtienes es la reunión de amigos de la infancia más apocalíptica del año. Fans de la comedia de terror británica: Bienvenidos al fin del mundo.
El trío cinematográfico más gamberro del panorama de comedia negra británica está de vuelta. Edgar Wright dirige de nuevo un guión de Simon Pegg y Nick Frost, una comedia social con un maravilloso fondo apocalíptico… Bueno, corrijo, la clasificación del subgénero para esta película sería Comedia Apocalíptica de Invasiones de Robots Alienígenas al más puro british style y ha venido para divertirnos a todos. Por fin, la última parte de la trilogía de terror apocalíptico de Wright, se estrena en nuestros cines.


Un elenco de reputados actores de comedia británica, Simon Pegg y Nick Frost, por supuesto,
Martin Freeman, Eddie Marson y Paddy Considine, encarnan a cinco amigos que, tras veinte años sin verse, son convencidos por uno de ellos (Simon Pegg, como no) para saldar una cuenta pendiente de su juventud. El plan es recorrerse los doce pubs de su ciudad bebiéndose una pinta de cerveza en cada uno de ellos, para finalizar en el único que les faltó la última vez, “The world’s end”, logrando lo que no pudieron hacer en su momento y superándolo para siempre. Así, sin más aderezos, ya tiene “pinta” de ser una noche de las que no acaban bien.
Según avanzan en su empresa se dan cuenta de que los bares no son como los recuerdan exactamente, se parecen mucho entre sí y la gente que encuentran en ellos se comporta de un modo extraño, prestando mucha atención a lo que acontece alrededor de los protagonistas, acosándolos cada vez más, hasta que se enfrentan en una pelea de bar absurda llena de lanzamientos de sillas, decapitaciones, mutilaciones y sangre azul de robot alienígena, lo típico de los pubs ingleses.
El ritmo de la película comienza pausadamente, presentando a los personajes y las situaciones que han vivido y que los ha ido cambiando durante los años que han estado separados. Excepto a Gary King, que se ha quedado anclado en el pasado, con sus mismas aspiraciones, su misma imagen, su mismo coche… lo que viene a ser un síndrome de Peter Pan agudo, vamos. Nos van mostrando como, mientras los demás han madurado, él es incapaz de asumir que ha crecido.
En el personaje de King vemos representado el miedo que tenemos todos a crecer y a la vez el niño interior que nos lleva a cometer esas tonterías que nos mantienen vivos.
Realmente todos queremos que ese niño salga fuera y es exactamente lo que va ocurriendo  poco a poco con los personajes según avanza la historia.
Conforme se van sucediendo los acontecimientos, los protagonistas se ven afectados por las pintas que se van tomando en su camino hasta “el fin del mundo”, y aunque se van dando cuenta de que algo no va bien, se van viniendo arriba y afrontando la situación de manera cada vez más caótica. El montaje y la banda sonora consiguen que vayamos acompañando el ritmo narrativo, cada vez más frenético, con una carcajada cada vez más sonora. Nos hace ir evolucionando con la película, que comienza como una comedia social y termina en un auténtico despiporre apocalíptico.
Tras Shaun of the Dead  y Hot FuzzThe World’s End cierra la llamada “The blood & ice-cream trilogy” o “Trilogía del Cornetto”. Y aunque es cierto que, tal vez, sea la menos divertida de las tres, es igual de cierto que es la más elaborada y en la que el guión está concebido con más coherencia. Es menos descarada que sus antecesoras, sí, pero no defrauda en absoluto. Nos ofrece ese repertorio de tacos y humor inteligente y rápido, que es lo que te esperas, pero que te golpea por lo bajo hasta que te desencaja, y te hace disfrutar, sin más, del absurdo.
Con un modesto presupuesto The World’s End lo tiene todo: comedia, terror, acción, gore y ciencia ficción. Peleas a tope, con coreografías de lucha bastante dignas, reminiscencias a la gran Attack of the Block, Pierce Brosnan y mucha, mucha diversión.
Sin duda una de las mejores comedias que se han estrenado este año. En definitiva, una buena opción  para ir sobre seguro y no sentir que el cine te ha engañado con sus luces de colores y marionetas de millones de dólares.

Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 7 de Noviembre de 2013, y la podéis ver aquí.

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