miércoles, 20 de noviembre de 2013

HE VISTO... Only God Forgives



Julian (Ryan Gosling), un fugitivo estadounidense dirige un club de boxeo en Bangkok, que realmente es una tapadera para traficar con drogas. Tras un ajuste de cuentas, su hermano, Billy, es asesinado. La madre (Kristin Scott Thomas) de ambos y jefa de una red criminal viaja con la excusa de repatriar el cadáver de su hijo, pero lo que realmente quiere es que Julian vengue la muerte de su hermano.

Only-God-Forgives11Abucheada en Cannes, algo mejor acogida en Sitges y dejando la crítica totalmente dividida. Así se presenta en sociedad Only God Forgives, y, ahora que la he visto, por fin, lo entiendo todo. Nicholas Winding Refn ha parido una obra con sello de la casa, que se admira o se repudia, tal cual. Nos encontramos ante una película en la que no hay cabida para las medias tintas ni para los “peros”.

Quizá muchos opinen que no hay nada más detrás de toda esa violencia explícita, pero, personalmente, me he encontrado con una inteligencia y elegancia visual que me ha engatusado, envolviéndome, como si fuera un caramelo, una historia de venganza y dignidad. La búsqueda de la redención que sólo llega a través de la violencia.

kristin-scott-thomas La historia y los diálogos, en algún caso la ausencia de ellos, no es algo que llene por completo, pero desde el primer fotograma, me ha maravillado la importancia que se le ha dado al color y a la composición, aunque, viniendo de un danés, con esa inquietud natural por experimentar con la iluminación, no era de extrañar
.
Cada plano está cuidado hasta el extremo de parecer un cuadro del más auténtico Tenebrismo con una iluminación exquisita y terriblemente complicada. Para los que no estén muy familiarizados con el Barroco, comento por encima que el Tenebrismo es una rama del Claroscurismo, representada sobre todo en la obra de Caravaggio o José de Ribera, en la que se conseguía un violento contraste de luces y sombras, forzando la iluminación en determinados puntos o ensombreciendo zonas para reforzar el horror y la crueldad. La vertiente más violenta del Tenebrismo vino de la mano de Artemisa Gentileschi.

Hecho el inciso cultureta de la semana, que creo importante para entender la impresión que ha causado en mi Only God Forgives, tengo que destacar y alabar  la dualidad intrínseca en cada imagen, dando importancia a los espacios, más como si fuera una fotografía que una imagen en movimiento, haciendo, en muchos de los casos, que la propia iluminación sea parte de la decoración.
Por un lado, el contraste de luces y sombras, perfectamente conseguido, donde cada elemento está colocado e iluminado de manera específica para que adquiera el peso que le corresponde en la imagen. Por otro, la dureza del contenido cada plano, que te bombardea la retina mientras el cerebro casi entra en éxtasis por la belleza de la composición y del color.

imagesUn color, duro y saturado, que domina la imagen por completo, siempre jugando con el contraste, complementando belleza y violencia, en sucesivos cuadros bicromos.

Winding Refn ha sabido aprovechar el impacto de la profundidad de campo, la composición con diagonales y tercios perfectos, y la repetición de planos y cuadros, creando un ritmo interno, que puede resultar lento, pero hace que todo baile al son de una melodía interna, dejándonos espacio para disfrutar entre secuencias así como un estribillo nos deja disfrutar entre las estrofas.

Esta entrada fue publicada originalmente en La isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 29 de Octubre de 2013 y la podéis ver aquí.

1 comentario:

  1. Me interesa lo que comentas de historia de venganza y tal, pero tengo un poco de miedo porque para eso, tengo a los coreanos en un pedestal xDDD
    Me la apuntaré para verla más adelante :)

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