martes, 17 de junio de 2014

HE VISTO... X-Men: Días del futuro pasado.


Bryan Singer dirige al nuevo reparto y al antiguo de la saga en una sola película, que ha cosechado el mayor éxito de taquilla de toda la saga, provocado por los grandes niveles de hype que ha desatado su campaña de publicidad (sobre la que me explayo más abajo)

En esta entrega los mutantes de Charles Xavier (Patrick Stewart), los pocos que quedan, incluído el supervillano Magneto (Ian McKellen) se encuentran en un futuro distópico, en el que luchan por su propia supervivencia, amenazada por los Centinelas: unos seres de gran tamaño que basan su genética en el ADN cambiante de Mystica (Jennifer Lawrence) que ha sido robado en el pasado. 
Con ayuda de Shadowcat (Ellen Page), Lobezno (Hugh Grrrr-Jackman) viaja al pasado, donde deberá encontrarse con el propio Charles Xavier (James McAvory) y Bestia (Nicholas Hoult), liberar a Magneto (Michael Fassbender) junto a Quicksilver (Evan Peters) y evitar que el profesor Trask (Peter Dinklage, más conocido como Tyrion Lannister) robe el adn de Mystica, cree los centinelas y así salvar a los mutantes en el futuro. Hostias en el pasado, hostias en el futuro. Los actores de siempre y los de nueva generación juntos en una peli, que además corrige discrepancias de otras entregas. Pues bien.

Oooootra peli de X-Men. ¿Cuántas van ya? ¿Cuántas nos quedan? ¡Qué más da! Hay que vender cine. Y si es entertaiment-cinema no hay que darle muchas vueltas. Se hacen todas las secuelas y precuelas necesarias, porque, a veces, y sólo a veces, molan. Y esta mola. Aunque te vendan lo que no es, aunque la publicidad y los carteles promocionales se basen en personajes que no tienen "papel" en esta historia, todos corremos como locos a ver la nueva entrega de la saga.

El mejor ejemplo que puedo poner es el de Tormenta (Halle Berry), que no pinta nada, pero aparece en las promociones y en el cartel de la peli, y sí, levanta una tormenta, pero perfectamente se podía haber resuelto el guión sin ella. Pero claro, entre la tirria que se tiene a Jennifer Lawrence, que encarna a Mystica, verdadera protagonista femenina de la secuela-precuela, y que los guionistas escriben con más miedo que vergüenza, nos venden el producto mediante una publicidad cuanto menos engañosa. Tengo suerte de no seguir los cómics americanos en general, porque mis expectativas... bueno, no tengo expectativas. Las veo y me gustan o no. Punto.

Esta sí me ha gustado. Y no tengo que preocuparme de si ATENCIÓN! SPOILER! Colosus (Daniel Cudmore) está vivo, muerto, si en la escena post-créditos de X-Men 3 sale o deja de salir. Eso os lo dejo a los fans acérrimos, que bastante tiene una ya con sus taras mentales a la hora de ver una película.

Super efectos especiales, muy bien hechos y muy creíbles que te hacen pasar dos horas muy a gusto, a tope de X-Men.


Desde Rusia con amor... (que aunque nos vayamos de viaje tenemos que seguir devorando películas).

lunes, 16 de junio de 2014

HE VISTO... Super.




Ya hemos visto y leído algún análisis del trailer de la próxima película de James Gunn, “Guardianes de la Galaxia”, y nos ha dejado a todos muy satisfechos y con el hype por las nubes, de momento. A veces, las películas de superhéroes no están basadas en un cómic de éxito. A veces, no son superproducciones de obscenas millonadas de presupuesto, ni efectos especiales en 3D. A veces, no tienen cientos de extras, ni un mapache rabioso. A veces son películas independientes, sencillas y divertidas, y que, por no tener todo lo que acabo de mencionar, en algunos países sólo se pueden disfrutar en DVD/BR. “Super” es una comedia de bajo presupuesto, vale, pero no se merece el ninguneo al que se ha visto sometida, porque mola. Mola mucho.
Frank (Rainn Wilson) es un hombre simple, raruno, inseguro y sin muchas aspiraciones. Cocinero de un bar de mala muerte y cuyo  único triunfo es su mujer, Sarah (Liv Tayler), quien recae en su adicción a las drogas y lo abandona por el mayor narcotraficante del lugar (Kevin Bacon). Frank se ve sin rumbo y sumido en una profunda depresión, que le acarrea absurdas visiones. En una de ellas recibe “la llamada de dios” (en la versión original es la voz de Rob Zombie) que le descubre su misión en la vida. Se cose un cutre-traje con el que ha soñado y se lanza a luchar contra el mal, convertiéndose en Rayo Escarlata (Crimsom Bolt en la versión original), el héroe enmascarado que da su merecido a todos los que no sigan las normas con su SuperArma… ¡una llave inglesa!
En su camino se cruzará Libby (Ellen Page) una chica que trabaja en la tienda de cómics donde Frank se documenta para llevar a cabo su misión. Ella descubre su identidad secreta y decide convertirse en su acompañante en la sombra, Rayito, ¡toma ya! (Boltie en su versión en inglés). Una acompañante con carita de ángel pero que disfruta y ríe sádicamente mientras le da su merecido a los malos. Juntos intentarán salvar a Sarah de las garras de sus dos captores: Kevin Bacon y la droga, que es muy mala.
Escrita y dirigida por James Gunn en 2010, simula ser una película de superhéroes de serie B, con planos realizados cámara al hombro, incluso desencuadrados en algunas ocasiones. Pero sólo es en apariencia. El director no es un novato en esto de los rodajes y sabe perfectamente lo que hace. Esta vez ha sabido aprovechar que no disponía de la pasta hollywoodiense que permite encandilar al público con todos esos fuegos especiales y efectos de artificio y lo ha maquillado todo de una estética rancia y cutre, que solventa parte de los problemas económicos. Otra manera de solventar carencias de producción es rodar una historia propia, rodeado de un elenco de amiguetes, que sepan dotar de carácter a tus personajes.
Da la sensación de que Gunn estaba viendo “Kick-Ass” y se dijo a sí mismo “voy a hacer esto, pero como debería ser. Mucho más sangrienta, violenta y descarada”. Y así lo hizo: Por un lado un personaje simplón, que decide tomarse la justicia por su mano, se cose un traje y va aprendiendo a base de hostias, y nunca mejor dicho, cómo va el tema de ser un superhéroe. Y, por otro, un personaje femenino como acompañante, aniñado, y, en el fondo, con más pasión por matar que por imponer la justicia. Ha conseguido que Ellen Page de vida a una Rayito, que hace que Hit Girl, a su lado, parezca una monjita del Santo Socorro. Un mafioso por aquí, una guapa a la que salvar por allá… et voilà, el desparrame está servido.
Super es una comedia negra, negrísma, de superhéroes en la vida real. Violenta y absurda a más no poder. Con un guión sencillo pero muy efectista, en el que se agradecen los guiños al género con insertos de viñetas a color y onomatopeyas dibujadas con cada puñetazo o patada, como en la serie de Batman. O los maravillosos títulos de crédito, una animación que representa un absurdo musical con todos los personajes de la historia.
Recomendable. Muy recomendable. Y que con los años se volverá imprescindible en el mundo de la comedia de superhéroes, eso seguro.




Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 21 de Mayo de 2014, y la podéis ver aquí.

ANIME: El viento se levanta.



Desde Marco y Heidi, Hayao Miyazaki ha formado parte de la vida de muchos de nosotros, por no decir de todos. Tras su etapa de series televisivas creó Studio Ghibli, su propia productora de animación que nos ha dejado un legado importante de anime con grandes títulos como “Mi vecino Totoro”, “La Princesa Mononoke”, “El viaje de Chihiro”, “Naussica”… no las voy a enumerar una por una, aunque debería, porque todas son dignas de ser mencionadas, visionadas y recomendadas sin parar.
En esta ocasión Miyazaki guioniza y dirige El viento se levanta, una película basada en una miniserie manga con el mismo nombre, Kaze no Tachinu en Japón, creada por el propio Miyazaki en 2009 y que nos cuenta, con el terremoto que asoló Japón en 1923 como telón de fondom, la historia de Jiro Horikoshi, el diseñador del los aviones de combate Mitshubishi A6M Zero, más conocidos como los Caza Zero, los cazas japoneses que atacaron Pearl Harbor. La novela homónima, escrita por Tatsuo Hori en 1936 sirvió de inspiración a Miyazaki. En ella se menciona a Horikoshi y recoge el poema de Paul Valéry que reza “El viento se levanta, debemos intentar vivir”.
Esta es la historia de la constancia de Jiro Horikoshi. Un perseguidor de sueños nato que no cejará en su empeño para volar tan alto como desea. Es la historia de cómo él mismo consiguió ser su herramienta para alcanzar sus propias metas, sobreponiéndose a su incapacidad para volar, pues era miope como él solo, ayudado por sus propias ensoñaciones. Jiro llegó ser un genio reconocido en el mundo de la aeronáutica por no dejar de insistir en su pasión por los aviones, leyendo, estudiando e investigando todo lo que podía. El paralelismo entre el crecimiento de los conocimientos de Jiro y el resurgimiento de Japón tras el terremoto se acompañan mutuamente en una bella simbiosis.
Pero realmente ante lo que estamos es ante una gran historia de amor. Bueno, de dos. El guión consta de dos partes claramente diferenciadas en las que se diseccionan los dos amores de Jiro Horikoshi, los aviones y su esposa Naoko. A través ellos, Jiro se nos presenta como un personaje romántico, inmerso en una obra que desprende romanticismo en cada uno de sus planos. Y no, no me refiero al romanticismo de los actos en pareja, que también. Me refiero a ese pensamiento soñador, que se crea a si mismo, mezclando lo real con lo onírico, con una musa platónica, lánguida y débil… vamos, que Bécquer degustaría muy feliz su cubo de palomitas viendo esta obra de arte.
A primera vista, y era una de las razones por las que
quería necesitaba ver esta película, me resultaba extraño que Hayao Miyazaki, declarado pacifista, rinda homenaje a un personaje histórico tan directamente relacionado con la guerra, pero viendo “El viento se levanta”, queda claro que el protagonista pertenece a esta misma condición antibelicista y que únicamente recurrió al ejército para poder diseñar aviones bonitos.
Nominada al Oscar por la mejor película de animación, galardón que el director sólo ha conseguido con “El viaje de Chihiro”, nos encontramos ante la historia más realista del sensei, una historia contada desde lo personal, desde la admiración de un “humilde heredero” de una empresa de fabricación de piezas de avión hacia uno de los genios que ha dado Japón en este campo.
Los colores, como siempre, son muy vivos. No es novedad que Miyazaki use una extensa paleta de colores para crear paisajes rurales, en los que vemos una gran evolución desde sus inicios, más planos, hasta hoy, que nos regala unas texturas sublimes en los fondos. Cuesta creer que sea la última vez que vayamos a ver una creación original del maestro. Lo que sí está claro es que ha superado con creces los diez años de éxito que toda persona tiene en su vida, de los que también nos habla en esta película.
Otro de los puntos fuertes de los estudios Ghibli es la animación, faltaría más. Siempre me ha llamado mucho la atención el movimiento y peso de la ropa de los dibujos de Miyazaki, siempre hinchada por el viento. En esta ocasión está tremendamente justificado y majestuosamente conseguido. Desde el primer momento asisitimos a grandiosas escenas de vuelo, hipnóticas, típicas en las películas de este genial director, que nos hacen pensar que las anteriores no eran más que ensayos para la creación de éstas.
Por último, destacar los potentes efectos de sonidos, conseguidísimos, y la banda sonora de Joe Hishaisi, habitual compositor en las creaciones de Miyazaki, quien, una vez más, ha compuesto una música que transmite todo el amor que desprende la historia de Jiro Horikoshi.
Si bien es cierto que El viento se levanta, es la obra más personal de Hayao Miyazaki, tremendamente realista, cinematográfica y muy alejada de los mundos de fantasía a los que nos tiene acostumbrados, es innegable que estamos ante una obra de arte, una lección de historia que no podemos dejar de ver y recomendar.



Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 1 de Mayo de 2014, y la podéis ver aquí.

lunes, 2 de junio de 2014

HE VISTO... Snowpiercer.


Una nueva película llegada de Corea del Sur, que siempre gusta por estos lares.
"Snowpiercer" aquí "Rompenieves", petándolo siempre con las traducciones de los títulos, si. Dirigida por Bong Joon-Ho, el que hizo Mother en 2009. Esta vez, nos adentra en un mundo postapocalíptico y distrópico, con estética de aires steampunk.

Tras un intento fallido de salvar la tierra del cambio climático todo se congela y la vida se extingue. Todo, menos los pasajeros del Snowpiercer, un tren autosuficiente, equipado con un motor eterno diseñado para dar una vuelta completa al mundo cada año.

Los últimos vagones los habitan pasajeros de tercera clase. Unos habitantes sucios, que viven hacinados, hambrientos y acojonados, que solo sueñan con que algo cambie y tener una oportunidad de prosperar, ya que no hay manera de ascender o descender en la escala. Del mismo modo que los más ricos van a la cabeza del mundo, a pequeña escala, vemos en el Snowpiercer un reflejo del mundo actual, movido por las castas adineradas.

Un grupo de elegidos, con Chris Evans a la cabeza, decide emprender un peligroso y arriesgado viaje hacia la cabecera del tren para conseguir respuestas del creador del tren, Ed Harris, como si fuera el Mago de Oz o el Arquitecto de Matrix. Para ello, descongelan a un peligroso criminal, al que da vida Song kang-ho (Sympathy for Mr. Vengeance, 2002) y su hija, interpretada por Ah-sung Ko. Dos delincuentes que los ayudarán a traspasar las puertas a cambio de buenas dosis de la droJa del futuro.

Según van avanzando vagones, y superando pruebas, asistimos a cómo se ha ido creando una sociedad con su propia religión y adoctrinamiento, que evita desde la infancia las sublevaciones. Una sociedad con un curioso control de la población, y una empresa de "seguratas del metro" armados con hachas, que hacen pasar un buen rato con coreografías de lucha, ágiles y entretenidas de esas que solo los orientales saben hacer.

Adaptación de la novela gráfica "Le Trasperceneige", escrita por Jean-Marc Rochette y Jaques Lob, denuncia de la sociedad actual, y del sistema de clases, con un aire revolucionario de los de abajo hacia los de arriba, y toques de comedia negra, con personajes histriónicos, muy acorde con los tiempos que corren. Visualmente espectacular, y muy entretenida para pasar la tarde del domingo. Un pelín sobrevalorada para mi gusto y quizá un poco desorganizada a la hora de plantear la trama. Hay cine coreano mucho mejor, pero cumple su cometido y se deja ver bastante bien.


domingo, 1 de junio de 2014

ESTRENOS POTABLES... Junio

Aquí os dejo los estrenos elegidos de este mes.
He tenido que rascar mucho, porque no hay ni un solo estreno de terror, y sí mucha tontería pretenciosa, así que lo que nos queda es esto:






-X-Men: Días del futuro pasado. (Ciencia ficción/ Acción/ Cómic/ Secuela) dirigida por Bryan Singer, como no. Pues eso, más de la exitosa saga de mutantes, en esta ocasión envueltos en disociaciones temporales.











-The bag man. (Thriller/ Crimen) dirigida por David Grovic. Un malvado criminal está esperando a su jefe en la habitación de un motel con una misteriosa bolsa por la que ha dejado unos cadáveres atrás. No parece nada del otro mundo, pero habrá que enterarse de lo que hay en la bolsa, ¿no?.










-Al filo del mañana. (Ciencia ficción/ Extraterrestres/ Cómic) dirigida por Doug Liman. Adaptación de la novela gráfica "All you need is kill" de Hiroshi Shakunazaka: BIEN. Protagoniza Tom Cruise: MAL.











-Yo, Frankenstein. (Terror-fantasía/ Cómic) dirigida por Stuart Beattie. Con cinco meses de retraso, por fin llega a la gran pantalla la adaptación de la novela gráfica del mismo nombre de Kevin Grevioux, que también se ha encargado del guión, sin conseguir el mismo efecto. Tanto para nada.










-Mindscape. (Thriller psicológico/ Ciencia ficción) dirigida por Jorge Dorado. Nominada al goya a la mejor dirección novel y Premio de la sección oficial de largometrajes del festival de Sitges. De todas las que traigo, la única que recomiendo de verdad.








Y hasta aquí las películas que se medio salvan este mes en la cartelera. En parte se agradece, porque al precio que sigue estando el cine, a pesar de todas esas jornadas chachis de cine a 3€, mejor nos vamos de cañas a una terraza, que ya las sacarán en DVD (guiño, guiño).

Nos leemos!