miércoles, 15 de enero de 2014

HE VISTO... New World (Sin-Se-Gae)



Corea del Sur. Mafia. Lucha entre clanes por el liderazgo. A mi no me hizo falta más para abalanzarme sobre la nueva película de Park-Hoon-Jung. Y, después de verla, sólo puedo confirmar la magnífica calidad que el cine coreano nos ofrece en este género. La crudeza de la vendetta siciliana vista con ojos rasgados.


Tras la muerte inesperada del presidente de la compañía Goldmoon, tapadera de la mayor red criminal coreana, su puesto queda vacante y una crisis de liderazgo se apodera de los clanes que la componen. Ahora todo el mundo tiene que decidir de parte de quién está, para poder elegir al nuevo presidente.
Con New World me he llevado dos sorpresas que me gustaría compartir. Una es que, en un derroche de ideas, se han hecho dos películas en una, perfectamente construidas, con el mismo punto de partida, la muerte del jefe, y cada una con su nudo y su final.
La primera película es una pelea entre clanes para hacerse con el control de la red criminal, mientras la policía asume que, aunque hagan desaparecer a todos los miembros de los clanes, siempre seguirán surgiendo otros. Al no poder detener los actos delictivos en el país, la mejor manera de controlarlo casi todo es tener hombres infiltrados en los puestos de confianza de las altas esferas de la mafia. Dos candidatos son los herederos potenciales del puesto vacante y pondrán toda la carne en el asador para llegar al poder, sin ser conscientes que están siendo manipulados por la policía para traicionarse unos a otros y poder colocar en el puesto de presidente al jefe del clan menos molesto y mas cooperativo.
Un policía infiltrado, Lee-Ja-Sung (interpretado por Lee-Jeong-Jung) desde hace varios años es la mano derecha de uno de los candidatos y se verá envuelto en conflictos, sobornos y luchas a muerte para llevar a cabo su última misión y, por fin, poder finalizar su trabajo dentro de la mafia.
El director nos va dejando ver, poco a poco, los giros de guión en los enredos tramados por el jefe de policía que además está interpretado por un grandísimo Choi-Min-Sik (el protagonista de Old Boy, pero la original, no eso que ha hecho Spike Lee y en menos de un mes llegará a nuestras pantallas. Ya renegaremos de ello entonces, ya, que ahora me lío…).
Se descubre el pastel, sube la música y asistimos, satisfechos, al primer final.newworld2
La segunda película nos cuenta Y ATENCIÓN QUE EMPIEZAN LOS SPOILERS DE VERDAD la historia de un policía infiltrado durante años en una red mafiosa. Un cambio de vida tan drástico y prolongado en el tiempo que le obliga a elegir que tipo de vida es la que va a saber llevar. Cómo pasa de ser un buen número dos, siempre atento para compartir y aliviar las necesidades, fallos y caprichos del número uno, a ser el león con piel de cordero que devora a las ovejas. Y ya que estamos, también a los leones y ser, así, el auténtico rey de la jungla.
Importante destacar la dualidad presente en todo el film, dos películas, dos herederos, doble identidad, doble traición. Los dos orígenes de Lee-Ja-Sung y la ruptura de ambos con la destrucción de su pasado y de todo el que lo conozca, para volver a nacer una vez más, pero a lo grande, en un grandioso final.
La segunda sorpresa que nos guarda New World, me la descubrió otro cinéfago: “Ya verás” me dijo. “Es El Padrino coreano”. Y con esa idea en mi subconsciente, de pronto, vi a los dos hijos de Don Corleone, Michael y Fredo, encarnados en los jefes de los clanes. Uno sereno, discreto, al tanto del funcionamiento del negocio. El otro, con un comportamiento totalmente excéntrico, nervioso y fuera de sí a la hora de dar su merecido al enemigo. Emboscadas en coches recuerdan inevitablemente a la matanza de Sonny en el peaje. Y la memorable escena del bautizo, con el montaje simultáneo de las muertes necesarias para llevar a cabo el alzamiento y el plano de Michael Corleone, dejando al descubierto que todo el cotarro se queda en manos de quien menos te esperabas…
Pues no es El Padrino, pero si tiene una reminiscencia importante, y, en cualquier caso, ambas películas nos cuentan la historia del nacimiento de un capo, de su cambio personal y la aceptación de que debe ser él quien se haga con el poder.
Usando todos los recursos cinematográficos a su alcance Park-Hooon-Jung, que ya nos deleitó firmando el guión de I Saw the Devil, se ayuda de la iluminación y la banda sonora para atraparnos por completo en la historia.
La música, compuesta por Jo-Yeong-Wok es muy potente, creciendo al mismo ritmo que la película, acentuando los sentimientos de los personajes según va avanzando la historia, y el tema principal es realmente digno de recordar.
newworld2013
La impecable fotografía, casi toda en interiores, nos permite disfrutar de espacios muy amplios donde la acción ocurre en primer plano mientras una iluminación puntual nos deja ver la acción al fondo de la imagen. Los tiros de cámara nos muestran el poder del personaje en cada momento, y, jugando con el espacio que ocupan los objetos en los planos, como, por ejemplo, las persianas de una habitación, se nos dan pistas sobre el futuro de los personajes junto a los que aparecen.
No os preocupéis si no se llega a estrenar en cines españoles, porque, con la actual crisis de guión americano, el remake estará preparado en pocos años. Que pena. Por si acaso ved la original, que tiene la esencia oriental, la tradición de los clanes, el respeto al protocolo y todo lo necesario para entender los entresijos de la mafia coreana. Y, sobre todo, contiene una de las escenas más llenas de ira, violencia, sangre y realismo en un ascensor que haya visto, con un maravilloso plano final cenital, que hace que no se te olvide.
Después de ver una película tan completa, a ver con qué cara nos presenta Spike Lee su innecesaria adaptación de Old Boy.

Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 7 de Noviembre de 2013, y la podéis ver aquí.

HE VISTO... The World´s End


Cuando mezclas amistad, melancolía por los años pasados y madurez, con una invasión de robots alienígenas, el resultado que obtienes es la reunión de amigos de la infancia más apocalíptica del año. Fans de la comedia de terror británica: Bienvenidos al fin del mundo.
El trío cinematográfico más gamberro del panorama de comedia negra británica está de vuelta. Edgar Wright dirige de nuevo un guión de Simon Pegg y Nick Frost, una comedia social con un maravilloso fondo apocalíptico… Bueno, corrijo, la clasificación del subgénero para esta película sería Comedia Apocalíptica de Invasiones de Robots Alienígenas al más puro british style y ha venido para divertirnos a todos. Por fin, la última parte de la trilogía de terror apocalíptico de Wright, se estrena en nuestros cines.


Un elenco de reputados actores de comedia británica, Simon Pegg y Nick Frost, por supuesto,
Martin Freeman, Eddie Marson y Paddy Considine, encarnan a cinco amigos que, tras veinte años sin verse, son convencidos por uno de ellos (Simon Pegg, como no) para saldar una cuenta pendiente de su juventud. El plan es recorrerse los doce pubs de su ciudad bebiéndose una pinta de cerveza en cada uno de ellos, para finalizar en el único que les faltó la última vez, “The world’s end”, logrando lo que no pudieron hacer en su momento y superándolo para siempre. Así, sin más aderezos, ya tiene “pinta” de ser una noche de las que no acaban bien.
Según avanzan en su empresa se dan cuenta de que los bares no son como los recuerdan exactamente, se parecen mucho entre sí y la gente que encuentran en ellos se comporta de un modo extraño, prestando mucha atención a lo que acontece alrededor de los protagonistas, acosándolos cada vez más, hasta que se enfrentan en una pelea de bar absurda llena de lanzamientos de sillas, decapitaciones, mutilaciones y sangre azul de robot alienígena, lo típico de los pubs ingleses.
El ritmo de la película comienza pausadamente, presentando a los personajes y las situaciones que han vivido y que los ha ido cambiando durante los años que han estado separados. Excepto a Gary King, que se ha quedado anclado en el pasado, con sus mismas aspiraciones, su misma imagen, su mismo coche… lo que viene a ser un síndrome de Peter Pan agudo, vamos. Nos van mostrando como, mientras los demás han madurado, él es incapaz de asumir que ha crecido.
En el personaje de King vemos representado el miedo que tenemos todos a crecer y a la vez el niño interior que nos lleva a cometer esas tonterías que nos mantienen vivos.
Realmente todos queremos que ese niño salga fuera y es exactamente lo que va ocurriendo  poco a poco con los personajes según avanza la historia.
Conforme se van sucediendo los acontecimientos, los protagonistas se ven afectados por las pintas que se van tomando en su camino hasta “el fin del mundo”, y aunque se van dando cuenta de que algo no va bien, se van viniendo arriba y afrontando la situación de manera cada vez más caótica. El montaje y la banda sonora consiguen que vayamos acompañando el ritmo narrativo, cada vez más frenético, con una carcajada cada vez más sonora. Nos hace ir evolucionando con la película, que comienza como una comedia social y termina en un auténtico despiporre apocalíptico.
Tras Shaun of the Dead  y Hot FuzzThe World’s End cierra la llamada “The blood & ice-cream trilogy” o “Trilogía del Cornetto”. Y aunque es cierto que, tal vez, sea la menos divertida de las tres, es igual de cierto que es la más elaborada y en la que el guión está concebido con más coherencia. Es menos descarada que sus antecesoras, sí, pero no defrauda en absoluto. Nos ofrece ese repertorio de tacos y humor inteligente y rápido, que es lo que te esperas, pero que te golpea por lo bajo hasta que te desencaja, y te hace disfrutar, sin más, del absurdo.
Con un modesto presupuesto The World’s End lo tiene todo: comedia, terror, acción, gore y ciencia ficción. Peleas a tope, con coreografías de lucha bastante dignas, reminiscencias a la gran Attack of the Block, Pierce Brosnan y mucha, mucha diversión.
Sin duda una de las mejores comedias que se han estrenado este año. En definitiva, una buena opción  para ir sobre seguro y no sentir que el cine te ha engañado con sus luces de colores y marionetas de millones de dólares.

Esta entrada fue publicada originalmente en La Isla de las Cabezas Cortadas, la web friki más elegante, el 7 de Noviembre de 2013, y la podéis ver aquí.

martes, 7 de enero de 2014

ESTRENOS. Enero.

Por fin se acabó la Navidad. Se acabaron las comilonas, las luces, los arbolitos y las representaciones de niños vestidos de pastorcillos hiperactivos, las reuniones de más de tres personas para algo que no sea ver series o jugar a la play... Por fin.

Así que vamos a lo que nos interesa y a que vamos a poder ver en el cine este mes.




-Paranormal Activity: los señalados. (Secuela/ Terror/ Falso documental) dirigida por Christopher Landon. Spin-off latino de la saga, en el que un chico es perseguido por fuerzas oscuras tras ser maldecido. Tras los chascos de la uno y la dos, y haberme dormido en la tres, no creo que pague por verla.










-A propósito de Llewyn Davis. (Comedia dramática/ Road movie) dirigida por Ethan Cohen y Joel Cohen. Ambientada en los 60, cuenta la lucha de un cantante de folk por sobrevivir en las calles de su pueblo y que se traslada a un club de Chicago donde surge la oportunidad de su vida. Esta si, pintaza, arrasó en Cannes y otros festivales.








- Nymphomaniac (2). (Drama/ Erótico-festivo) dirigida por Lars von Trier. No voy a volver a contar el argumento, porque ya lo hice en Diciembre, inexplicablemente en España se ha estrenado en dos partes, supongo que para sacar el doble de dinero por ver las sugerentes imágenes del director danés. This is spain.










-La Hermandad. (Terror/ Thriller/ Casas encantadas) dirigida por Julio Martí. Una hermandad de monjes benedictinos se encarga de cuidar de una escritora (Lydia Bosch, meh) que acaba de tener un gravísimo accidente cerca. Según va mejorando va curioseando el lugar donde la asisten. Española y director desconocido. Esto si que va a ser tirarse a la piscina.









-Hércules, el origen de la leyenda. (Aventuras/ Mitología) dirigida por Renny Harlin. Pues eso, antigua Grecia, Zeus tiene un hijo con la reina Alcmena, que se llama Hércules y es muy fuerte, y debe acabar con la tiranía del rey, pero se enamora y tiene que huir, luchando con criaturas fantásticas y desatando la ira de los dioses. El que sepa algo de mitología la disfrutará el doble.









-Deuda con el diablo. (Terror/ Posesión/ Exorcismo) dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett. Ópera prima de ambos. Veremos qué nos depara este embarazo del que no hay recuerdo de su concepción y que afortunadamente el padre graba paso a paso para que veamos la evolución la una vida en el cuerpo de su esposa.







Y, como ya comenté en Diciembre, a pesar de estar previstos para el mes pasado, y ser ya recomendados, los estrenos de El Lobo de Wall Street, de Martin Scorsese, y Old Boy, de Spike Lee, se vieron pospuestos a este mes de Enero. No repito la sinopsis, porque son dos de las que veré sin falta y serán comentadas por aquí.

Nos leemos.

lunes, 6 de enero de 2014

HE VISTO... Dead Silence


Tenía una cuenta pendiente con Dead Silence (2007). Tras el exitazo de Saw en 2004, numerosos títulos de pseudo terror han invadido nuestras pantallas, y la siguiente de James Wan, se quedó en mi lista de pendientes, parecía que, para siempre. Pero al fin he conseguido tacharla

Dead Silence comienza con Jamie Ashen (Ryan Kwuanten), un joven que vive junto a su esposa, y que recibe un paquete anónimo con un muñeco de ventriloquía dentro, que parece tener vida propia. Ella le cuenta, entre risas, lo que recuerda de la leyenda de Mary Shaw, y esa misma noche muere en extrañas circunstancias. 
Jamie viaja a su pueblo natal para averiguar las causas de la muerte de su esposa e, instalado en casa de su padre y de su nueva esposa, descubre la verdadera leyenda de Mary Shaw, una ventrílocua que vivía en su mismo pueblo y buscaba crear su muñeco perfecto. Tras morir linchada pidió ser enterrada con los 101 muñecos que había creado, pero por algún motivo, Billy, que así se llama el muñeco que recibe el protagonista, no está enterrado junto a los demás...

La historia, como suele ser habitual, está firmada por el propio Wan, y, el ya reputado guionista, Leigh Whannell, pareja que funciona a la perfección en el género de terror. Es simple pero convincente, bien iluminada y rodada con corrección, a priori, atrayente, pero un par de errores en el diseño de los personajes hacen que la historia vaya despacio y se torne en ciertos momentos, aburrida. 

Me da la impresión de que se ha confiado mucho en el peso de la historia, que no está mal no se me malinterprete, la idea es buena, pero no se ha prestado mucha atención al fondo de los personajes, que simplemente están ahí, resultan vacíos y se lían en esa maraña que resulta de mezclar realidad y ficción.

Para rematar, el policía interpretado por Donnie Wahlberg, un personaje que no aporta nada, ¿qué hace ahí? Se supone que va a asegurarse de que el protagonista, sospechoso de la muerte de su mujer no escape tras el funeral, que va de poli malo, y que se pasa la película interfiriendo de malas maneras en los descubrimientos del prota, hasta que, sin motivo aparente es el poli bueno y ¡se pone a ayudar en la investigación! Lejos de hacer avanzar la trama, en la mayoría de los casos hace que vaya más lenta.

La falta de guiños al espectador, de sustos y de bromas macabras, hacen que se eche en falta el ritmo ágil y desenfadado que, por suerte, Wan ha corregido y ha hecho propio en  producciones más recientes.


Pero lo que más chirría de todo es, lo que me ha parecido un error de principiante, aprovechar el triunfo de Saw e innovar bastante poco.

La estructura de la película, y sobre todo el montaje del final, te recuerdan tanto a la primera, que no puedes evitar comparar una y otra vez, y sí, ésta sale perdiendo... 
Por si no eres muy avispado en el tema del montaje, la mala de la película se apellida Shaw.
Y por si tampoco te convence la sutilidad del guiño, tenemos a Billy, el muñeco de ventrílocuo, que es el de Saw antes de entrar en modo-joker y maquillarse para la ocasión.

No todo van a ser malas críticas. Se agradece que el final, influenciado por Saw o no, sea diferente, y se distancie del típico susto detrás de la puerta.
Como ya he dicho, la realización y a iluminación están muy cuidada, imprescindibles, para, al menos crear una buena atmósfera de suspense, sin lo que el cine de terror no tiene nada. El efecto del foco cenital sobre el payaso en la mecedora le pone los pelos de punta a cualquiera.

No tiene mucho que destacar, y, viendo la filmografía del director, no es la obra que recomendaría en primer o segundo lugar, pero los habituados al cine de terror, concedemos bastantes licencias, y no está mal para entretenerse una tarde tonta.